El doctor Hans van den Berg, rector de la Universidad Católica Boliviana “San Pablo”, ha publicado en Internet una bibliografía exhaustiva sobre las etnias del país. El trabajo compendia décadas de búsqueda y seguimiento a las obras publicadas en todo el mundo y desde distintas disciplinas.
La obra está en el portal www.ucb.edu.bo/bibliografiaEtnias y puede ser consultada por cualquier investigador o persona interesada en conocer sobre los distintos pueblos que habitan Bolivia.
Tan sólo en el caso relativo al pueblo aymara, la bibliografía incluye obras publicadas desde 1995. Y es que el autor no pudo incluir toda la anterior bibliografía elaborada, y contenida en dos tomos, para la Universidad de Urn.
“Espero que en algún momento me lo permitan, y va a estar completo. Todo lo demás está en su dimensión histórica completa”, dice Hans van den Berg, quien en esta entrevista explica algunos detalles de la construcción de este trabajo.
¿Qué le ha motivado a comenzar a construir una bibliografía sobre las etnias en el país?
Pertenezco a los padres agustinos, y después de mi ordenación sacerdotal en el año 64 me he especializado en historia de las religiones, inicialmente en induismo y budismo, después en el Islam. Como la comunidad los agustinos de Holanda está trabajando en Bolivia desde finales del año 30 del siglo pasado, mi superior me sugirió ir a Bolivia para estudiar la cultura y religión aymara para ayudar a mis hermanos agustinos que trabajaban con los aymaras en Yungas.
Entonces para hacer mi tesis doctoral sobre la religión aymara, tenía que ir conociendo el mundo aymara y todo lo que se había escrito y publicado al respecto. Durante un tiempo, en parte en función de mi tesis doctoral, he trabajado en la elaboración de bibliografía aymara y después he ido extendiendo mi interés a otras etnias, porque veía que no existía algo amplio en el mundo y en la historia sobre las etnias de los andes y del oriente boliviano. Empecé a elaborar fichas separadas de cada etnia, esto a finales de los ’80, y publiqué un primer conjunto que no era todavía tan profesional como lo que ahora he puesto en Internet. Me llamaba la atención que el pueblo, la etnia o la nación que más publicaciones ha tenido es la nación aymara.
¿Qué criterios considera para introducir un libro en el catálogo, he visto que su bibliografía considera temas que van desde los sindicales hasta los netamente antropológicos?
Mi idea es ser exhaustivo, eso es poner todo lo que hay sobre la lengua, sobre relaciones sociales, música, sindicalismo, historia, para que cualquier investigador pueda encontrar (información) en la bibliografía que he podido componer.
La verdad es que hay cosas interesantes, que a la vez son en parte obstáculos (para los criterios de armar una bibliografía). Como dije, los aymaras se destacan en número de publicaciones, libros y artículos (sobre ellos), la bibliografía abarca el mundo aymara en su totalidad. En segundo lugar están los quechuas, y me he limitado a los quechuas de Bolivia porque sería mucho investigar sobre los quechuas de Perú, Ecuador y el norte de Argentina.
En algunos casos de tierras bajas también está todo. Esto vale para los Esse Ejja del río Beni, por ejemplo, que también existen en Perú, y prácticamente no existe contacto entre los Esse Ejja de ambos países.
¿Que le dice la bibliografía sobre los pueblos de tierras bajas? ¿Quiénes se han interesado más en estudiarlos y en qué ejes temáticos?
Las etnias más grandes tienen más bibliografía: chiriguanos, chiquitanos y mojeños. En cuanto al gran número de etnias pequeñas, empezando desde el norte con los pacahuaras, chácobos, araonas, cavineños, etcétera, hay cosas que realmente llaman la atención, por un lado no hay nada sobre algunas, por ejemplo los cayubabas, canichanas o los tapietes, por otro lado en los últimos 10 años se destaca el caso de los tsimanes porque hay dos organizaciones extranjeras que han hecho muchas investigaciones y han publicado bastante.
En otros casos una persona determinada ha estado muchos años dentro de la etnia y ha publicado mucho. Es el caso de los wenayek, o matacos, de Villamontes. Ahí hay una comunidad pentecostal de Suecia y el investigador Jan-Akke Alvarsson que tiene una amplia bibliografía sobre ellos.
Otro caso sorprendente es que en los últimos cinco años se han publicado nueve tesis doctorales sobre lenguas de tierras bajas de Bolivia, la gramática cavineña, la gramática de la lengua moseten, movima, yuqui, yuracaré, prácticamente en todos los casos lenguas en vías de extinción. La mayoría son estudios hechos por holandeses, es decir que en mi país hay un interés grande sobre el tema. Actualmente hay estudios en curso sobre la lengua de los lecos y de los itonamas.
Si bien existen algunas etnias que no han merecido estudios, ¿hay ejes temáticos que tampoco se hubieran tocado?
En los años 50 del siglo pasado, llegaron Albert Hahn y Karen Hissink, él era dibujante y ella era antropóloga. Ellos han elaborado una obra sobre la cultura Tacana, ella como antropóloga da toda la descripción, y él ha dibujado todo, las chozas, cerámica, cestería, flechas, canoas. Es el único caso de un documento sobre la cultura material de una etnia. Valdría la pena tener algo semejante de otras etnias, pero nunca más nadie ha hecho semejante trabajo. Es una joya este libro.
Por otro lado un campo prácticamente ausente en las investigaciones es la etnopsicología. Es todavía un campo casi virgen y es muy importante para entender a un pueblo, a una cultura, para captar la idiosincrasia, la mentalidad, lo que en psicología llamamos el trabajar con emociones, sentimientos, ante la muerte, ante el dolor, es algo fundamental. Así podría dar más ejemplos.
Volviendo a la lingüística, hacen falta estudios de dialectología (dialectos) para el oriente boliviano. En una de las primeras páginas de la tesis doctoral sobre la lengua mosetén, una señora hizo esta investigación, ella dice que tiene tres dialectos: el mosetén de Santa Ana, el mosetén de Covendo y el tsimán, porque moseten y chiman es la misma etnia. El aymara, por ejemplo, que hablan personas de comunidades alejadas es más puro, por decir así, que el aymara de la ciudad en el que entran palabras castellanas.
¿Hay algo más que quiera mencionar?
Dos cosas, a mí personalmente me fascina hacer este trabajo, es un trabajo de monje en especial los últimos 10 a 15 años. Encuentro una referencia a un autor X, por ejemplo Antoine Guillaume, un frances que ha hecho tesis sobre la lengua cavineña. Entonces pongo en mi buscador en Internet su nombre, apellido y pongo “cavineño”, entonces me aparecen más referencias. Si ha escrito una tesis doctoral, entonces debe haber más artículos. Luego aparecen más artículos. Después digo “si tal revista ha publicado una vez un artículo sobre una lengua de Bolivia, sería extraño que la misma revista no tuviera otra publicación en algún otro momento”. Entonces busco la revista en Internet y paso los índices de los últimos 15 años, a veces me aparece a una sola cosa o dos, pero soy pertinaz en esto y sigo buscando.
En ese sentido yo llamo a esta obra “en permanente construcción”, por eso espero poder servir a cualquier persona que quiera hacer alguna investigación o estudios sobre algunas de las culturas que tenemos en el país. Ahora que he iniciado esto y que está en Internet, lo asumo como obligación de continuar este trabajo hasta que un día me vaya,
no de Bolivia, sino al cielo (sonríe).
Fuente: http://www.pieb.com.bo/nota.php?idn=4521