Un equipo de investigadores nacionales y extranjeros concluyó la primera parte del proyecto “Pinquillos embriagadores y diablos tentadores”. Se trata de un estudio sobre la tarka, un instrumento de viento, pensado para el impulso de la etnomusicología en Bolivia.
El trabajo aborda en profundidad la investigación sobre la tecnología del instrumento hecho de madera y caracterizado por un silbato en la boquilla, su importancia en la región andina durante la época de la lluvia. Es un estudio social, antropológico y etnomusicológico.
La etnomusicología es la disciplina que estudia todos los tipos de música e instrumentos.
El etnomusicólogo Arnaud Gerard, uno de los investigadores del proyecto, explicó al Servicio Informativo que una de las intenciones del trabajo es “impulsar la etnomusicología boliviana, una ciencia moderna que surgió a finales del siglo XIX, porque en Bolivia no existe una carrera sobre esta disciplina”.
Aseguró que no existe un estudio completo sobre este instrumento, ni libros sobre el mismo, sólo publicaciones breves.
El trabajo de campo es amplio, el equipo de investigadores recorrió las poblaciones más importantes donde se toca la tarka. Desde Humawaca que está al norte de Argentina, Sur Chichas, Tupiza, pueblos de los alrededores de la ciudad potosina, Macha y Tinguipaya en el norte del departamento de Potosí, Tarabuco en Chuquisaca. Pampaullagas y Curawara de Carangas en Oruro, y San Pedro de Curawara y los alrededores del Lago Titicaca de La Paz.
“El objetivo –explicó– fue hacer conocer su origen, la relación del instrumento con las comunidades, con las fiestas, el desarrollo social”.
El investigador dijo que la tarka sólo es tocada desde noviembre cuando empieza el festejo de Todos Santos hasta principios de febrero, cuando termina la fiesta del Carnaval, que precisamente, ese es el tiempo de las lluvias.
De acuerdo con las creencias andinas, el espíritu del diablo o el sajra (en aymara) se libera en la época de la lluvia y anima para que se toque la tarka, además de inducir en ciertos comportamientos de los campesinos.
Origen
Gerard explicó que el estudio sostiene dos hipótesis sobre el origen del instrumento. “No queremos hacer afirmaciones, entonces dejamos estas hipótesis para que otros investigadores continúen”.
Está confirmado que fue creado durante el coloniaje. Una hipótesis sostiene que habría tenido influencia de la flauta dulce traída de Europa a América durante la colonia, de ahí la tecnología de la boquilla en forma de silbato.
“Entonces puede ser que a la flauta le hayan puesto un sonido andino, además tiene una perforación diferente con discontinuidades, de manera que emite el sonido ‘tara’ en quechua o ‘richa’ en aymara”. Por tanto, el libro realiza una profunda explicación sobre la tecnología musical de la tarka.
La segunda hipótesis dice que el ancestro del instrumento sería el pinquillo, instrumento de viento parecido a la quena creado en la región de Los Andes, pues su presencia está desde Ecuador hasta Bolivia.
Fabricación
Los investigadores encontraron en la población de Hualata camino a Sorata, provincia Omasuyos de La Paz, la fábrica más importante de tarka, donde toda una familia se dedica a este trabajo. Se llaman los tarqueros y en aymara, tarkluriris.
Otro centro de producción del instrumento es Pampaullagas cerca de Orinoca, al sur de Oruro donde las fabrican en madera blanca de Chuquisaca, llamada tarco y su nombre científico es Jacaranda.
Esta información y capítulos sobre la organología y acústica de la tarca, sirenas y diablos, y trabajos de campo (región por región) estarán en el primer tomo de Pinquillos embriagadores y diablos tentadores que en poco tiempo será presentado en la ciudad de La Paz y en homenaje al bicentenario de Potosí.
El proyecto fue impulsado con apoyo internacional y la Universidad Autónoma Tomás Frías de Potosí. El equipo que trabajó en el primer tomo está integrado por Henza Starat, Rosalía Martínez (etnomusicóloga en Francia), Rubén Pérez (etnomusicólogo argentino) quien falleció durante el proyecto, la belga Isabelle Versteraet fundadora del Instituto Boliviano de Estudios Municipales (IBEM), Gerard Borras investigador en Francia, y Arnaud Gerard.
Los investigadores nacionales trabajan en el segundo tomo sobre este estudio que estará concluido después de marzo.
Fuente PIEB: http://www.pieb.com.bo/nota.php?idn=4716