¿Puede el patrimonio cultural tener incidencia en el desarrollo local?, se pregunta la antropóloga Gloria Villarroel, como corolario de una larga nómina de interrogantes que atañen a la declaración de un patrimonio material o inmaterial. Esos problemas serán analizados en el marco del II Congreso Plurinacional de Antropología con la participación de doce investigadores que plantearán sus reflexiones respecto del patrimonio cultural en el país.
La Mesa “Patrimonio cultural y desarrollo en América Latina”, que se desarrollará en el marco del II Congreso Plurinacional de Antropología, entre el 22 al 26 de septiembre de 2014, en la ciudad de La Paz. Los organizadores definieron tres ejes temáticos para la Mesa: Registro, investigación y difusión del Patrimonio Cultural Inmaterial; Gestión del Patrimonio Cultural (Inmaterial); y Políticas Públicas referidas al PC (Inmaterial).
La antropóloga Gloria Villarroel explica que la idea de abrir la mesa comenzó con una preocupación compartida entre varios investigadores acerca de la incertidumbre sobre los efectos o consecuencias que podría tener el nombramiento de bienes patrimoniales en la sociedad, seguido de temas como las políticas de gestión, la forma de realizar los registros de los bienes materiales o inmateriales, etcétera.
“El Patrimonio cultural inmaterial alberga expresiones culturales encuadradas en los parámetros que se han difundido por la UNESCO, desde 2003, entre manifestaciones de danza, tejido, música, cuestiones orales (historias, leyendas)”, explicó Villarroel, antes de enfatizar que en el primer eje temático las ponencias harán énfasis en reflexionar acerca de qué y para qué se registra el PCI, quiénes están encargados de hacerlo, cómo participan las comunidades en ese proceso e investigación, qué utilidad práctica tienen, cómo se realiza una adecuada difusión de la información, qué recursos existen para realizar ese registro, etcétera.
En su experiencia de trabajo acompañando el proceso de creación de textiles, Villarroel advierte un sentido positivo en el reconocimiento de estas creaciones en otros países: “Se ha hecho registros de este arte a lo largo del mundo, pero en el caso boliviano no existe, sin embargo está la posibilidad de que se (los) pueda reconocer”. A la vez considera que existe un sentido negativo de la patrimonialización, como sucede en Tiahuanacu donde han surgido “grupos de poder que están manejando ese recurso”. Y es que los bienes convertidos en patrimonio se convierten en un recurso para la población. La investigadora considera que el problema está en cómo se maneja ese recurso patrimonial, “generalmente al margen de la participación de la comunidad”, y por otra parte en el aislamiento de otras expresiones culturales adyacentes que provoca el reconocimiento de un bien patrimonial.
El antropólogo Nestor Araujo, otro responsable de la mesa, explica que el patrimonio es algo que la sociedad recibe de generaciones anteriores y que se debe enriquecer para entregarlo a las siguientes. “Es además nuestra memoria, y lo que nos define”, aclara. ¿Pero cómo estamos precisamente en ese trabajo de resguardo en el país? “Estoy a favor de la ley de patrimonio cultural porque es un avance –continúa…, permite determinar que ciertos elementos tienen que ser precautelados. La pregunta es qué elementos, expresiones culturales, etc., deben ser precautelados, hasta ahora no hay reglamento. No se aplica la ley todavía porque todavía no está el reglamento”.
Araujo comenta que el patrimonio debería tener una incidencia en el desarrollo local, por ejemplo no se puede negar que la intervención de las comunidades en Tiahuanacu “ha generado desarrollo para ciertas personas”, pero no se está invirtiendo en procesos de conservación, aunque sucede lo contrario en la Chiquitanía donde se han construido escuelas de formación para su población joven.
“Existe en Bolivia dos serios problemas –comenta Araujo, uno que no tenemos un registro de bienes patrimoniales, menos un inventario de patrimonio inmaterial…, no existe la posibilidad de generar políticas a partir del registro; dos, no se tiene una política de protección del patrimonio material, (por ejemplo) Bolivia, y La Paz en parte, tiene un serio problema de tráfico ilícito de bienes culturales, ni qué decir sobre la conservación de bienes culturales, el año pasado fui a la iglesia de Ilabaya, tiene cuadros impresionantes sobre conquista de España, son cuadros que se están destrozando por el propio peso de la suciedad que los cubre”.
Mesa sobre Patrimonio El tema relativo al patrimonio es amplio e importante, por eso la mesa que se desarrollará en el Congreso está completa con los siguientes ponentes: Javier Romero, Richard Mújica, David Aruquipa, Juan Carlos Cordero, Bernardo Rosso, Cristina Bubba, Johnny Guerreros, Nestor Araujo, Fabian Bedón, Gloria Villarroel, Claudia Cárdenas, Milton Eyzaguirrre.
– FUENTE:
– Periódico Digital PIEB • 31-07-2014