La ritualidad andina establece la relación entre los seres sagrados, los humanos, los animales y la naturaleza. Los seres sagrados otorgan dones y los humanos en reciprocidad los alimentan con mesas rituales que son su comida. La comida ritual se otorga en espacios y tiempos relacionados al ciclo productivo, para garantizar la productividad y fecundidad de los cultivos. El ciclo ritual anual tiene estrecha relación con el ciclo agrícola y el ciclo climatológico.
PachaKamani propone este post presentando el programa de Radio Nro 01, dedicado a la ritualidad aymara del mes de agosto. Al mismo tiempo, invitamos a la Exposición realizada sobre este mismo tema en el Museo Costumbrista «Juan Vargas» (calle Jaen y frente al Parque Riosiño, La Paz-Bolivia), el cual se inauguró el martes 09 de agosto del 2016.
La importancia ritual de agosto
Agosto es un período de gran importancia ceremonial en el altiplano aymara ya que es el “tiempo entre el fin y el comienzo”. Es el momento en que la tierra (pachamama) se “abre” para recibir las ofrendas rituales que necesita para recuperar su vigor y fortaleza una vez transcurrido el invierno. En éste mes las familias aymaras realizan ofrendas en las chacras de cultivo y acuden a las cumbres de los cerros donde se encuentran los venerados achachila, awicha, wak’a, uywiri (protectores que habitan en las montañas); al realizar la quema de las mesa/waxt’a satisfacen el apetito que las montañas y la tierra padecen antes de iniciarse el nuevo ciclo productivo. Una vez efectuado el ritual, la tierra aparece simbólicamente preparada para que comiencen las labores de la siembra en todo el altiplano a partir de septiembre y octubre.
En el altiplano de Bolivia, se emplea más el término mesa. Lo mismo sucede entre los uru-chipayas próximos al lago Coipasa en Oruro, así como entre las poblaciones quechuas de Oruro, Norte de Potosí, Cochabamba y Sucre. La denominación mesa es compartida en ciertos contextos urbanos con el de q’uwacha, q’uwada, o q’uwachar por la presencia de q’uwa, especie herbácea de altura de aroma peculiar, que forma parte de los ingredientes habituales de las mesas. Coexiste junto a la mesa, la denominación de waxt’a (“obsequio”, “regalo”). Por otro parte, mesa es igualmente la denominación más frecuente utilizada por los kallawayas de la provincia Bautista Saavedra así como por aquellos migrantes que ofrecen sus servicios curativos y rituales en la urbe.
Las principales mesas/waxt’as empleadas en el mes de agosto, son dos:
Gloria mesa / janq’u misa / mesa de salud: Es la ofrenda que se caracteriza por el color blanco de todos sus ingredientes y por el cual se solicita principalmente la salud y bien estar espiritual. En las ciudades, se presenta en ritos a los santos y vírgenes. Asimismo, es una ofrenda para los Apu Wak’a Marani Achachilas, que son los cerros, el viento, el granizo, la helada, son los padres que crían a los seres humanos son los ajayus uywiris mayores de todos que se localizan en el alaxpacha.
Misa kulura / mesa de color / wajt’a pachamamataki: Es una mesa/waxt’a multicolor, ésta se ofrece a los ajayus y uywiris, y está relacionada con la continuidad de la producción de distintos alimentos y favorezcan la reproducción de los animales; así como al kuntur mamani, espíritu protector de la casa, aspecto que prima en las peticiones urbanas.
NOTA DE PRENSA publicada por La Razón:
http://www.la-razon.com/sociedad/asi_va_la_vida/Revalorizan-Bolivia-ofrendas-indigenas-alimentan-agosto-Pachamama_0_2547945232.html