Imagina un lugar donde el agua, fuente de vida, se convierte en un vehículo de contaminación, afectando no solo al medio ambiente, sino también a la salud y el bienestar de las comunidades que dependen de ella. Este es el tema central de nuestro episodio de hoy, donde exploramos la alarmante situación de la Cuenca Katari en La Paz, Bolivia. Acompañados por Carlos Revilla, un destacado antropólogo e investigador del CEDLA, nos adentramos en una investigación que revela las desigualdades socioecológicas y los efectos de la urbanización en esta vital cuenca hidrográfica.
La Cuenca Katari: Un Territorio Vital:
La cuenca Katari no es solo un territorio; es un sistema de vida cuyas aguas fluyen hacia ríos, lagos y mares, sustentando ecosistemas y comunidades. Ubicada en el corazón del Departamento de La Paz, esta cuenca abarca varios municipios, incluyendo El Alto y Viacha, lugares donde la vida y el agua están intrínsecamente conectados.
El Alto, el municipio más poblado del departamento, y Viacha, con un crecimiento poblacional del 116% desde 2012, son ejemplos de cómo el aumento demográfico y la expansión urbana están transformando el paisaje. Sin embargo, este crecimiento tiene un lado oscuro: la contaminación. A medida que las ciudades se expanden, la presión sobre los recursos naturales aumenta, llevando a una degradación ambiental que afecta a todos.
La Ruta de la Contaminación:
Nuestro viaje comienza en la represa de Milluni, donde la explotación minera ha dejado una herencia de desechos tóxicos. Los lixiviados y drenajes ácidos, subproductos de esta actividad, contaminan las aguas y el suelo, afectando a las comunidades locales y su ganado. A lo largo de la cuenca, encontramos puntos críticos de contaminación, desde el relleno sanitario de Villa Ingenio hasta los ríos y canales que atraviesan la región.
Impactos en la Salud y la Sociedad:
La contaminación no solo afecta al medio ambiente; también tiene graves consecuencias para la salud humana. Enfermedades como la teniasis y la cisticercosis se propagan debido a la crianza de cerdos cerca de vertederos, mientras que la exposición a metales pesados como el cromo aumenta el riesgo de cáncer y otros problemas de salud. Además, la degradación ambiental está provocando un fenómeno conocido como migración medioambiental, donde las personas se ven obligadas a abandonar sus hogares en busca de un entorno más seguro.
Esperanza y Acción:
A pesar de este panorama desolador, hay esperanza. Carlos Revilla y su equipo han identificado medidas clave para mitigar la contaminación, incluyendo la construcción de plantas de tratamiento de aguas residuales y la implementación de prácticas urbanas y ambientales más sostenibles. La concientización y la acción colectiva son esenciales para preservar la cuenca Katari y asegurar un futuro sostenible para las generaciones venideras.
Conclusión:
Las cuencas hidrográficas como la Katari son vitales para nuestro planeta. Proporcionan agua dulce, sustentan la biodiversidad y ofrecen oportunidades para la educación y la investigación. Sin embargo, su protección y gestión adecuada son cruciales para mantener estos beneficios. Te invitamos a reflexionar sobre la importancia de nuestras acciones y a unirte a nosotros en la lucha por un futuro más sostenible.
Gracias por acompañarnos en este viaje a través de la Cuenca Katari. Esperamos que esta historia te haya inspirado a tomar acción y a ser parte del cambio. ¡Hasta la próxima!
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